viernes, 15 de junio de 2012

Coraza Negra.

Carterl promocinal de la película, con el misterioso escudo de armas.
Cartel promocional de la película.

El cine temático es una de las mejores fuentes de inspiración para los roleros y los másters en periodo de sequía creativa. Una buena película puede servir como idea de base para innumerables partidas de rol y, convenientemente adaptada puede convertirse en una campaña por sí misma permitiendo a tus jugadores convertirse en los protagonistas de sus películas favoritas.
 Coraza Negra es una de esas películas, a pesar de ser bastante antigua (fue estrenada en 1954) o quizás precisamente por ello. No tiene un despliegue sobrecogedor de efectos especiales, la caracterización de los personajes a veces es un poco irreal y las escena de lucha son bastante penosas comparadas con las que podemos ver actualmente, pero precisamente por ello los realizadores se aseguraron de darle importancia a la trama por encima de la forma. Lo que importaba en  aquella época era el contenido de la película y no el continente. La historia en sí.
 Y como es la histori a lo que importa, vamos con ella.
 La película transcurre en la Inglaterra del rey Enrique IV. Empieza cuando el joven Myles y su hermana Meg deben huir de la posada que poseen después de un importante noble intente propasarse con ella y Myles deba defenderla. Piden ayuda a un anciano
Sir James, instructor de caballeros, junto a Myles.
sacerdote el cual les da una carta que su padre había dejado antes de morir para que se la llevaran a un poderoso conde y un anillo con un extraño escudo de armas. Gracias a esa carta ambos son aceptados en casa del conde, Meg como criada de la hija de éste y Myles como escudero, y pasan a formar parte de los habitantes de su castillo. Pero las cosas empezarán a ponerse serias cuando Myles trate de averiguar el origen del misterioso anillo...
  No voy a contar nada más porque no quiero destriparle a nadie el final de la película, ya que realmente vale la pena verla, pero sí quiero decir que tiene todos los elementos necesarios para una buen partida de rol: conspiraciones políticas,  intrigas amorosas, combates, una progresión del personaje principal que se va viendo reflejada en las visicitudes de su entrenamiento como caballero... Los personajes tiene cada uno rasgos distintivos y personalidades únicas que los hacen únicos.  Personalmente me encanta el personaje de sir James, el encargado de instruir a los escuderos y los futuros caballeros (arriba en la imagen, con un parche en el ojo) porque es la viva imagen del caballero veterano y cascarrabias, pero con buen fondo.
 Viéndola se me ocurren docenas de historias para partidas. Os aconsejo que la veáis si algún día necesitáis inspiración para crear una partida medieval, seguro que no os defraudará.

Manías y Costumbres.

A la hora de ponerse a rolear, como en todas las otras cosas de la vida, cada cual tiene sus pequeñas manías personales, costumbres,  rituales... Cosas completamente irracionales y algunas que hasta pueden resultar irritantes para los otros jugadores, pero que las respetamos porque los demás también respetan las nuestras: forma parte de la convivencia de la mesa de juego. Hoy por tí y mañana por mí.
 Yo no soy una excepción en este sentido y con los años he cogido un buen montón de manías roleras. Por ejemplo, cuando empecé a jugar una profesora nos regaló lápices a todos con el logo de la Universidad de Valencia. Eran unos lápices chulísimos, todos negros con las letras impresas en pintura plateada. Recuerdo que reservé el mío para usarlo sólo cuando dirigiera partidas y no permitía que nadie lo usara para otra cosa que no fuera esa. Solía llamarlo el Lápiz Negro del Destino y bromeaba diciendo que los pobres PJs tenían el futuro muy negro (probablemente el peor chiste que he hecho jamás en mi vida).
 Pero esa no es mi única manía, tengo otras. A la hora de prepararme las partidas, por ejemplo, me gusta conocer todos los detalles posibles del setting de juego: geografía, habitantes, secretos... todo. Es un currazo enorme, pero si no lo hago luego me quedo con la sensación de que los jugadores  van a desmontarme la partida y no sabré improvisar.
 Los dados son otra gran fuente de manías en lo que a mí respecta. Tengo dos juegos diferentes: uno para trabajar en casa (hacer personajes para mí o para mi archivo, probar las reglas que se me ocurren...) y otro para jugar, sólo para jugar. Y dentro de cada juego tengo mis dados favoritos: unos me gustan más para el combate, otros para tiradas de habilidad, otros para tiradas enfrentadas...
 Estás son mis principales manías roleras ¿Cuáles son las vuestras?