sábado, 3 de marzo de 2012

El Duelo

El sol despuntaba sobre poniente y acariciaba las duras colinas rocosas de los alrededores. En la ciudad no se escuchaba ningún sonido salvo el ligero murmullo de la gente que se estaba agrupando en la calle principal, no se había quedado nadie en casa. Se había levantado una ligera brisa típica de la mañana que levantaba sutilmente la arena de la calle.

En medio de la calle había dos hombres mirándose fijamente. Detrás de uno de ellos se veía a una muchacha gimoteando y mascullando el nombre de uno de ellos-"No, Charlie, no!"- decía. Al lado de la muchacha había un hombre, de mediana edad, posiblemente su padre, que la agarraba del brazo para que no se acercase al duelo que se iba a realizar inminentemente. A media altura entre los contendientes estaba el sheriff de la ciudad que velaba por el cumplimiento de las reglas de honor del duelo, así como de poner orden si hiciese falta.

La gente miraba a los dos muchachos con expectación y había partidarios de uno y de otro. Incluso había algún truhán que aprovechaba la coyuntura para hacer dinero con apuestas. Definitivamente este era el acontecimiento del dia en West Brock Hill y nadie en su sano juicio iba a perderselo. Incluso las chicas del burdel se reunieron en corrillo para ver el espectáculo.

En mitad de la calle estaban Charlie McCormick y enfrente suyo Mathias Muller, Mathias había ultrajado el honor de la doncella al intentar propasarse tras unas cuantas copas en el Saloon. Charlie, que estaba prometido con ella no iba a dejar esa ofensa sin castigo y como marca el código de honor le retó a duelo al alba del siguiente día.

El Sheriff se retiro junto con el resto de la gente que estaban presenciando el duelo. Cuando hubo llegado a su posición dijo con tono seco y cortante: -"Pueden comenzar"-

Pasaron unos segundos y entonces se hizo el silencio completo, ni tan siquiera el viento habia querido molestar en ese momento. Los dos muchachos movian agiles los dedos junto a las pistolas esperando el momento preciso para sacarlas y disparar. Se miraron fijamente a los ojos examinando los movimientos del otro. Como un rayo los dos desenfundaron, pero Charlie disparo primero.

Se oyó el estruendo del revolver que rompió el silencio. Cayó el revolver de Mathias de su mano derecha y en su camisa se vio una mancha rojiza que iba creciendo. Charlie se quedo absorto mirando a su oponente con el revolver sujetado y apuntando en la dirección donde había asestado el disparo mortal. La gente siguió en silencio hasta que el cuerpo de Mathias finalmente quedo en el suelo inconsciente.

La muchacha no aguantó mas y fue a abrazar a su amado que finalmente había salvado el honor y la vida. El sherif fue a examinar el cuerpo tendido en el suelo y certificó su muerte. Poco a poco la muchedumbre se fue dispersando de la calle principal para seguir con su vida.

Finalmente el sol se levantó sobre las colinas y comenzó un nuevo día para West Brock Hill.


2 comentarios:

  1. Es lo mejor que que has escrito, por lo menos de lo que to he le´´ido. Sigue as´´i.
    P.S:
    ¿Te animas con un relato ambientado en un mundo tuyo propiamente? Da igual el g´´enero, mientras no sea hist´´orico.

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  2. Weno, se puede considerar. La verdad, es que estoy cogiendo de nuevo el gusanillo de escribir otra vez. A ver si Gianni Trivianni vuelve a las andadas...

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